El presidente salvadoreño Nayib Bukele convocó a una insurrección contra el Congreso de su país, invadió con fuerzas militares el recinto de la Asamblea Legislativa para asegurar que le aprobaran un crédito de 109 millones de dólares para lo que llamó su estrategia de seguridad interna.
Cuando el mandatario se presentó al recinto, el Parlamento estaba inusualmente custodiado por efectivos militares provistos de chalecos antibalas y fusiles de asalto M-16. Custodiado por efectivos de las fuerzas armadas, Bukele, oró ayer en la Asamblea Legislativa y luego dijo a sus seguidores que Dios le pidió paciencia con los legisladores, a quienes calificó de sinvergüenzas.
A la sesión sólo acudió una veintena de los 84 diputados. La oposición a Bukele denunció un intento de autogolpe de Estado contra la Asamblea Legislativa con el argumento de que debe votar el préstamo.
Bukele lanzó un ultimátum de una semana a la Asamblea, de mayoría opositora, para que apruebe el préstamo para el rubro de seguridad, clave para el plan nacional de lucha contra las pandillas y epicentro del actual enfrentamiento entre ambos poderes.
Al dirigirse desde una tarima a seguidores y empleados estatales congregados en las cercanías, Bukele expresó: “El 28 de febrero todos los sinvergüenzas van a salir por la puerta de afuera y van a salir democráticamente, ¿por qué vamos a poner en duda el poder del pueblo, de la democracia, si en unos meses vamos a tomar la Asamblea,´¿por qué vamos a tomar a la fuerza, yo les pido paciencia”.
El crédito, que sería usado para el equipamiento del ejército y la policía, es considerado clave por Bukele para avanzar en el plan del gobierno contra las violentas pandillas, las llamadas maras. Desde su llegada al poder en junio de 2019, Bukele gobierna con una minoría en el Congreso unicamaral.
El partido derechista Alianza Republicana Nacionalista, que anunció que no votará a favor de la petición del gobierno, pidió al secretario general de la OEA que active los mecanismos establecidos en la Carta Democrática Interamericana para evitar el rompimiento del orden constitucional.
Por su parte, el izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, en el cual alguna vez militó Bukele, exigió al mandatario frenar sus amenazas, propias de una dictadura.
La Unión Europea expresó en un comunicado la gran preocupación que ha causado el enfrentamiento entre las instituciones en el país centroamericano. Y la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social pidió el retiro de las fuerzas armadas del recinto legislativo, entre otras medidas, para desactivar la crisis.
Fuente: Gerardo Villagrán del Corral - Estrategia