Red Eco Alternativo ***

La reforma de salud, una falsa promesa

“Esta nueva legislación no va a eliminar las raíces del problema. Al contrario, va a enriquecer aún más aún a estas compañías de seguro y a reforzar su poder”, denuncia la asociación Physicians for a Nacional Health Program (Médicos para un Programa Nacional de Salud) acerca de la aprobación por el Congreso norteamericano de una ley sobre la salud, que se presentó como un “voto histórico”
(Physicians for a National Health Program - La Breche) EEUU - Esta asociación agrupa a 17.000 médicos en los EEUU. Lucha desde hace años para la instauración de un seguro nacional de salud pública, que garantice a toda la población una cobertura completa de sus gastos de salud.
"Desearíamos poder sumarnos a las celebraciones que señalan la adopción anoche por la Cámara de Representantes de la ley sobre la salud. Pero, con toda conciencia, no podemos. No podemos contentarnos a ver como se proponen aspirinas para curar un cáncer. Esta nueva legislación no va a eliminar las raíces del problema: una industria del seguro privado movido por la búsqueda del beneficio. Al contrario, va a enriquecer aún más aún a estas compañías de seguro y a reforzar su poder. Esta ley va a obligar millones de norteamericanos a comprar a los aseguradores privados malos productos (assurantiels) y conducirá al pago de montos importantes de los caudales públicos a estas compañías. Los efectos mediáticos de información que rodearon esta nueva ley sobre la salud, son contradichos por los hechos: medicoseeuu.jpg
• Alrededor de 23 millones de personas permanecerán sin seguro estos nueve próximos años. Eso tendrá como consecuencias 23.000 muertes al año y una suma incalculable de sufrimientos.
• Algunos millones de miembros de la clase media serán presionados para comprar pólizas comerciales de seguro salud.
• Las compañías de seguros privadas se embolsarán al menos 447 mil millones de dólares de los contribuyentes destinados a subvencionar la compra de sus pólizas de seguro.
• La ley reducirá 40 mil millones de dólares a la ayuda aportada para Medicare a los hospitales que garantizarán servicios de base accesibles a los no asegurados. Eso amenazará los cuidados dados a los millones de personas que permanecen sin seguro.
• Las personas cubiertas por medio de sus empleadores seguirán siendo prisioneras de las redes de prestadores de servicios a las cuales su seguro da derecho
• Los costos de la salud seguirán tomando el ascensor, como lo muestra de sobra la experiencia hecha en el estado del Massachusetts, en la cual se basa la nueva ley. 
• El reglamento de los seguros tan elogiado se tamiza de faltas, que es la consecuencia del papel central que los aseguradores desempeñaron en la formulación de la ley. Será así posible imponer a los ancianos cotizaciones hasta tres veces más elevadas que el pedido a los más jóvenes. Del mismo modo, los seguros que cubrirán mayoritariamente mujeres asalariadas podrán imponer hasta el 2017 cotizaciones más elevadas y más definidas en función del sexo.
• Los derechos de las mujeres en cuanto a reproducción se erosionan aún más, a raíz de la prohibición hecha para que las prestaciones de seguro cubran gastos de salud vinculados a interrupciones voluntarias del embarazo.
No era inevitable que fuera así. Las medidas positivas contenidas en esta ley, como el refuerzo de la financiación de los centros de salud comunitarios, habrían podido aplicarse como tales. Pero, al contrario, el Congreso y la administración Obama cargaron a los norteamericanos de un paquete costoso, incluyendo: la obligación costosa de asegurarse individualmente; de nuevos impuestos sobre los planes de seguro de los que benefician a los asalariados; a un número incalculable de acuerdos muy ventajosos para los seguros privados y los grandes pharmas; y, por fin, el mantenimiento de un sistema fragmentado, no funcionando, insoportable, tan pesado sobre la salud y sobre la economía.
La aprobación de esta ley corresponde a consideraciones políticas y no a las de una sólida política de la salud. Como médicos, no podemos aceptar esta inversión de las prioridades. Pronto o tarde, nuestra nación deberá adoptar un sistema de seguro de salud único y nacional y, un Medicare mejorado y cubriendo a toda la población.
Al sustituir a los aseguradores privados por un sistema de financiación público y racionalizado, nuestra nación podría ahorrar cada año 400 mil millones de dólares de costos administrativos, lo que es un derroche inútil. Eso bastaría para ofrecer una cobertura de salud a todas las personas que no se aseguran hoy, y para mejorar la cobertura de las y los que ya tienen un seguro, sin tener que aumentar un céntimo el gasto global de EEUU para la salud.
Nos comprometemos a proseguir nuestro combate por el único remedio equitativo - financieramente responsable y humano
Fuente:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=103219

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