Intentos para seguir avanzando contra los bienes comunes
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- Categoría: Entrevistas
- Publicado: Martes 13 de Marzo de 2018
“Con el patentamiento de semillas cambia la manera en la que se hizo la agricultura desde que nació en el neolítico”, afirma Elio Brailovsky. En esta entrevista aborda además las negociaciones para modificar la Ley de glaciares y la fuerte presión para que la deforestación pase a ser legal. Por Mario Hernandez para Red Eco
(Mario Hernandez- para Red Eco) Argentina – Comenzamos la entrevista consultándole al ex Defensor Ambiental del Pueblo en la Ciudad de Buenos Aires sobre la cumbre minera realizada en la localidad de Telsen en la provincia de Chubut.
Para Brailovsky esta iniciativa es parte de una estrategia para presionar a los gobernadores y conseguir los votos en el Congreso necesarios para modificar la Ley de glaciares. “Hay un montón de proyectos mineros que significarían hacer negocios sobre los glaciares, en las fuentes de agua potable de la cordillera. Esto no se puede hacer justamente porque hay una Ley que prohíbe que se haga minería en los glaciares, lo prohíbe de una manera explícita, de modo que la única manera de llevar adelante esos proyectos mineros tan peligrosos es cambiando la Ley. El gobierno nacional ya ha dicho que la quiere cambiar, el Ministro de Ambiente ha dicho lo mismo, de modo que necesitan votos en el Congreso de diputados y senadores y esto requiere negociar, presionar, engañar o sobornar a distintas autoridades provinciales, depende de cada uno cómo lo presionan”, comentó.
M.H.: Eso a pesar de que las poblaciones de Chubut se han pronunciado mayoritariamente en contra de este tipo de minería.
E.B.: Justamente por eso es tan difícil y dan tantas vueltas. Si las poblaciones aceptaran ese tipo de engaños sería más sencillo, pero claramente no lo aceptan.
M.H.: Por otro lado, leí una información en La Nación sobre un acuerdo al que habrían llegado productores y semilleros - cuando se habla de productores se habla de la Sociedad Rural y Coninagro - para presentar una iniciativa común ante el Ministerio de Agroindustria respecto de una nueva Ley de semillas.
E.B.: Esta es una propuesta que venía desde hace muchos años impulsada por las multinacionales. Se trata de la gran discusión de si se pueden o no patentar seres vivos. Lo que están planteando estas entidades de productores, con las comillas que usted quiera, es que cuando una multinacional haga el desarrollo de una semilla el uso va a ser de ellos, en cualquier condición y en cualquier momento. En otras palabras, que el productor verdadero, el que trabaja en el campo va a sembrar trigo, maíz, soja, etc., y si guarda semilla para volverla a sembrar, cosa que se hace más de diez mil años, va a tener que pagarla por nueva a la empresa multinacional.
Este es el planteo que se hace sobre el patentamiento de semillas, que equivale a patentar seres vivos, cosa que cambia la manera en la que se hizo la agricultura desde que nació en el neolítico.
Ahora, esa es una presión muy fuerte en contra de las economías campesinas. En Argentina tenemos muy dañadas las economías campesinas, pero en otros países como Perú y México el campesinado tiene fuerza, y las tecnologías campesinas son significativas y se trata de arrasarlas e imponer el modelo multinacional en todas partes.
M.H.: Dos temas sobre los que quería consultarle, uno de ellos lo leía en Clarín y que hemos abordado hace no mucho tiempo; según datos de la ONU Argentina está entre los diez países con más hectáreas perdidas entre 1990 y 2015, nos referimos a la desforestación y a los desmontes ilegales.
E.B.: Hay una presión muy fuerte para que los desmontes dejen de ser ilegales y pasen a ser legales. El otro día en El Tribuno de Salta, un doctor, Alejandro Brown, que preside una asociación aparentemente ecologista que se llama ProYungas dijo que deforestar debe ser un orgullo porque la riqueza del norte viene de allí y que si el norte tiene riqueza económica es porque deforestaron. De modo que hay una presión fuerte para que esta destrucción del capital natural deje de ser ilegal y pase a ser legal.
Así como hay presiones para cambiar la Ley de glaciares y permitir la minería, también hay presiones para permitir la deforestación de bosques y permitir cultivar soja en cualquier parte.
M.H.: Paralelamente la nota del 18 de febrero del Clarín, habla de un plan de reforestación del gobierno nacional que sería el más importante de los últimos 50 años. ¿En qué consiste este plan?
E.B.: No lo conocía. No escuché hablar de un proyecto de reforestación del gobierno nacional. Lo único que puedo advertir es que si se trata de reforestación tiene que ser con especies nativas, sino es simplemente un cultivo de árboles, no es lo mismo, no cumple la misma función ecológica. Pero realmente no había oído hablar nada de eso.
M.H.: Yo pensé que habían tomado como referencia a Noruega que ha triplicado sus bosques.
E.B.: Digamos que los países nórdicos tienen un sistema de planeamiento muy cuidadoso; ellos plantan para producir madera, pero tienen un turno de corte cada 100 años. Eso supone una forma particular de ver el futuro. No me parece que la economía argentina pueda plantear cosas a 100 años, están pensándolas a meses.
M.H.: Otra medida que me llamó la atención es la del Ministerio de Seguridad que recortó unos 400 millones de pesos destinados para la detección y alerta temprana a desastres que es el equivalente al 25% del presupuesto que tenía el área en el 2017. Esto tiene que ver fundamentalmente con el tema de las inundaciones. Hemos vivido recientemente en Salta el desborde del río Pilcomayo que causó daños en el orden de los 500 millones de pesos y en la provincia de La Pampa damnificada por los incendios. De los 500 millones de pesos de daños ocasionados en la provincia de Salta por el desborde del Pilcomayo el gobierno nacional enviará 10 millones, o sea, un 2%. El gobernador Urtubey manifestó: “es una ayuda importante”.
E.B.: Qué le puedo decir. Además de los temas de inundaciones e incendios forestales que se van a agravar con el cambio climático, vamos a tener emergencias por sequías que no se agotan en el incendio forestal sino que van a incluir poblaciones con emergencia en provisión de agua potable. Vamos a tener probablemente accidentes químicos por todo este modelo de permisividad ambiental que tiene este gobierno y no veo ninguna prevención para accidentes químicos.
Mientras otros países avanzan en alertas tempranas para movimientos sísmicos aquí simplemente no se les ocurre que vayamos a tener terremotos. De modo que el área de prevención de desastres tenía muy poca cobertura, muy poco presupuesto, muy poco personal técnico y realmente deshacerla es dejar a la gente sin protección ante desastres.
M.H.: Y tiene consecuencias en la economía porque leí - y justamente usted hace referencia a la sequía - que lejos del aumento del PBI como lo plantea el Presupuesto Nacional en el orden del 3,5% ya hay consultoras que están evaluando que el PBI este año va a caer centralmente como consecuencia de la sequía y la menor producción del campo.
E.B.: Esto tiene que ver con un modelo económico que apuesta al campo como lo único posible. Hace un siglo y medio un político conservador como Carlos Pellegrini decía que la riqueza del país dependía de las nubes. En el momento en que no lloviera el país se iba a empobrecer, por eso hacía un llamado a políticas de industrialización. Realmente el hecho de que el país esté atrasando por lo menos un siglo y medio y esté deshaciendo la misma industria que Carlos Pellegrini pedía que pongamos en marcha, a mí me impresiona realmente.