Exigen límites al agronegocio genocida en Córdoba
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- Categoría: Ambiente
- Publicado: Miércoles 18 de Septiembre de 2019
Los Pueblos Fumigados de esa provincia se reunieron el fin de semana pasado en la localidad de Villa María, y en ese marco elaboraron una declaración en la que reafirman no solo que las fumigaciones con agrotóxicos continúan sino que siguen aumentando en intensidad desde el año 1996, con la protección y el estímulo del gobierno local.
Durante el encuentro, las distintas asambleas y agrupaciones que conforman Pueblos Fumigados de Córdoba denunciaron que los 4.200.000 hectáreas de soja y los 2.300.000 de maíz que hay en la provincia reciben fumigaciones que suman más de 97 millones de litros de agrotóxicos por año, y que menos del 15% de esos venenos quedan en el lote donde se aplicaron y el resto contamina el ambiente.
Estos casi cien millones de litros de agrotóxicos significan una carga de exposición de 27 litros para cada habitante de la provincia, cuando la carga en todo el país es de 11 litros. Esta situación se agrava en algunas localidades, donde se vive entre depósitos de agrotóxicos, mosquitos aplicadores y fumigaciones periurbanas pegadas a las viviendas, lo que genera una carga de exposición de más de 100 litros por habitante y por año.
En estas zonas, las tasas de mortalidad por cáncer son el doble o el triple a las de todo el país o incluso a la tasa de mortalidad por cáncer de la ciudad de Córdoba.
Cabe señalar que los principales químicos utilizados en estas prácticas (glifosato, 2.4D, atrazina, clorpirifos, etc.) son reconocidos científicamente por sus efectos dañinos a la salud colectiva ambiental, a pesar de lo cual el gobierno provincial continúa negando su restricción.
Lo mismo ocurre en las escuelas de los pueblos que son fumigadas sin ninguna consideración, a lo que se suma que autoridades del Ministerio de Educación persiguen y castigan a las maestras y directoras que denuncian esta agresión en defensa de los derechos de sus estudiantes.
Los Vecinos Autoconvocados de pueblos como Canals, Las Perdices, Ballesteros Sur, Villa Nueva, Marcos Juárez, Anisacate, entre muchos otros, aclaran además que la contaminación con agrotóxicos de los alimentos y del agua llega a comprometer también a los habitantes de las grandes ciudades, alejados de las fumigaciones, por lo que no se trata de una situación problemática aislada.
En su declaración, los Pueblos Fumigados de Córdoba reclamaron que se alejen las fumigaciones periurbanas, que se retiren los depósitos de agrotóxicos del interior de los pueblos, que se prohíba la circulación de mosquitos en el interior de los pueblos y se prohíban las fumigaciones aéreas en toda la provincia. Además, exigen que sea prioridad el Derecho a la Salud y al Ambiente Sano y que se ponga límites al agronegocio genocida en la provincia; que se desarrolle a nivel local una Política Pública de Disminución del Uso de Agrotóxicos acompañada de un programa de estímulo a la agroecología, en este sentido aseguran que es posible desarrollar prácticas agrícolas sin agrotóxicos con buenos rendimientos y cuidando el suelo y la vida en todas sus manifestaciones, avanzando en una transición agroecológica para generar alimentos libres de venenos.
Fuente: Red Universitaria de Ambiente y Salud
