Sabor a poco
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- Categoría: DDHH
- Publicado: Viernes 03 de Julio de 2015
En la sentencia del tercer juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar en Jujuy, los represores Juan Carlos Pugni, Osvaldo Chiapparo, Jorge Ibañez, Arnaldo Jorge, Eduardo Juarez, Ricardo Juarez, Rogelio Masson Iglesias, Jaime Quintela, Cristobal Retamoso y Andres Savorani, fueron condenados a 14 años de prisión al ser hallados co- autores materiales de delitos de tormentos agravados por tratarse de victimas por persecución política. En tanto, Juan Guenchal y Ruben Zink, fueron absueltos por principio de duda.
Reproducimos cobertura de Colectivo Radio Pueblo de Jujuy:
A lo largo de este proceso se juzgaba una sola acción, el traslado, ocurrido el 7 de octubre de 1976, de más de 90 presos y presas políticas detenidas en el penal y CCD de Villa Gorriti a los penales de La Plata y Villa Devoto. Por
En el caso de los varones, el traslado se realizó en un avión Hércules, donde fueron trasladados encadenados al piso, recibiendo golpes, abusos (como la burla de hacerlos cantar el carnavalito) y la apertura de compuertas en pleno vuelo con la amenaza de tirarlos (algo que incluso, para algunos testigos-víctimas, quedará bajo una sombra de duda, pues en este avión fueron trasladadas también algunos hoy desaparecidos).
Por la causa estaban imputados Horacio Marengo, militar que tras la represión de Tucumán arribara a Jujuy a revistara en el RIM 20 y que durante el golpe fuera incluso subsecretario de obras públicas de la provincia, y otros 13 integrantes del Servicio Penitenciario Federal.
Si bien sólo se juzgaba el traslado, durante la causa pudieron recuperarse algunos testimonios que ahondan el conocimiento del llamado "operativo independencia", antesala del terrorismo de Estado que se ejerció tras el golpe, pues en la declaración del propio Marengo alega la muerte de uno de los Santucho.
Otros datos importantes surgidos de este juicio fueron testimonios directos de la complicidad de las altas jerarquías de la iglesia y las cúpulas empresarias (en particular Ledesma) con el golpe de Estado.
Respecto del primer caso, algunos testigos-víctimas declararon haber visto al entonces Obispo Medina durante el operativo de traslado en el avión Hércules (objeto específico de este juicio). En cuanto a Ledesma, otro testigo aportó que tras el traslado, mientras se encontraba detenido en la U9 de la Plata, un empleado de la empresa fue hasta allá, acompañado de un genocida ya condenado, para obligarlo a firmar unos papeles laborales.
Tras un tercer juicio por crímenes de lesa humanidad, que se extendió más de lo planeado, este día llegaba con ansias por parte de los familiares de detenidos y desparecidos de la última dictadura militar, y más aún por aquellos compañeros y compañeras que sufrieron en carne propia aquel terrible “vuelo de la muerte”.
Ante una sala llena el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Jujuy, dictaminó 12 años de prisión a Horacio Marengo, al encontrarlo autor material de delitos de privación ilegítima de la libertad agravada por ser sometida con violencia y amenazas.
14 años de prisión para Juan Carlos Pugni, Osvaldo Chiapparo, Jorge Ibañez, Arnaldo Jorge, Eduardo Juarez, Ricardo Juarez, Rogelio Masson Iglesias, Jaime Quintela, Cristobal Retamoso y Andres Savorani, por encontrarlos co- autores materiales de delitos de tormentos agravados por tratarse de victimas por persecución política.
En tanto Juan Guenchal y Ruben Zink, el Tribunal decidió absolverlos por principio de la duda. Por otra parte se decidió mantener la prisión preventiva de doce de los imputados hasta que caiga sentencia firme.
Sin dudas, un dictamen con sabor a poco e injusto, algo que se reflejó en los rostros de familiares y ex presos, que por un lado celebraban ver tras las rejas a estos personajes nefastos, y por otro, la desazón por tan pocos años de prisión.
En diálogo con Radio Pueblo, algunos de los detenidos y trasladados en este vuelo, coincidían en que hay que seguir luchando, a pesar de la sentencia, por los derechos que “nos corresponden” y más cuando se tratan de la violación de estos derechos.
Las esperanzas y las fuerzas de estos compañeros y compañeras, que van a apelar sobre esta sentencia, no dejan caer y mantienen firme los nombres de los compañero/as que fueron detenidos y desaparecidos.