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Multitudinaria despedida a Nora Cortiñas
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- Categoría: DDHH
- Publicado: Viernes 31 de Mayo de 2024
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Miles de personas llenaron por completo este viernes el amplísimo salón de la Casa de la Memoria y la Vida (ex campo de concentración conocido como Mansión Seré) y sus alrededores para despedir a la madre de todas las luchas. La jornada finalizó con todos y todas las presentes cantando “Como La Cigarra” de María Elena Walsh, que tanto le gustaba a Norita. El canto colectivo estuvo encabezado por Elia Espen, compañera de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora.
Compartimos crónica publicada por Resumen Latinoamericano:
Mucha juventud que por ratos aplaudía, y otras veces cantaba, impulsados por otra Madre con mayúsculas como es Elia Espén, el mítico tema “Como La Cigarra”, de María Elena Walsh, que tanto le gustaba a Norita. O una versión del “Hasta Siempre”, cambiando la estrofa y proclamando, entre aplausos, a la “Comandante Che Norita”.
Muchos adultos mayores, dirían en Venezuela bolivariana, que se los reconocía no solo por las canas sino también por esos interminables y emotivos abrazos: “cómo la vamos a extrañar”, o “nunca nos falló Norita cuando acudimos a ella”.
Es así nomás, Nora Cortiñas siempre estuvo en todas las barricadas sin preguntar quién la organizaba, sino de qué injusticia se trataba. Y hubo días que llegó a acompañar hasta cuatro convocatorias distintas. A veces cansada de tanto trajinar, pero sin abandonar esa sonrisa de mujer buena y solidaria que la acompañó en todo ese período de búsqueda exigiendo memoria, verdad, justicia. Porque Norita era de esas personas que van a la lucha por la vida con la alegría de estar confiadas en la victoria, por eso cada vez que en la Plaza o en cualquiera de los actos que participaba, recordaba a las 30 mil, y después del “hasta la victoria siempre”, proclamaba sonriendo: “Venceremos”, segura de que así será.
Por esas cualidades y muchísimas más el barrio donde se realizó el multitudinario funeral, se llenó de voces, de no pocas lágrimas, de abrazos fraternos, buscando en ese ámbito presidido por Norita la fuerza que hace falta para pujar nuevamente por la Argentina que ella deseaba, ese país por el que pelearon los 30 mil compañeros y compañeras detenidos-desaparecidos, con justicia social y sin explotadores ni explotados. Ahora Norita nos seguirá guiando y acompañando, de otra forma, pero con la misma ternura que hizo que siempre, al verla, tuviéramos ganas de abrazarla y besarla.
Gracias Madre por tanto que nos entregaste. Nos seguiremos viendo en la Plaza de Mayo y en todas las luchas.