Denuncian irregularidades en la causa por el asesinato de Laura Iglesias

Los familiares de la trabajadora social, asesinada en mayo de 2013 en Miramar, exigen que se aparte a la Policía Bonaerense de la investigación porque existen sospechas sobre su participación en el hecho.

Iglesias trabajaba en el Patronato de Liberados de la Provincia de Buenos Aires y era militante de ATE. El 29 de mayo de 2013 fue asesinada, hecho por el que fue enjuiciado y condenado a prisión perpetua Esteban Cuello, un hombre que en aquel momento tenía 19 años.

De todos modos, los familiares de la víctima consideran que hay aspectos del crimen que no se han tenido en cuenta durante la investigación y que ocultarían la responsabilidad de otros partícipes, como es el caso de agentes de la Policía Bonaerense.

Además, parte de esa repartición de la fuerza fue partícipe del asesinato de Natalia Melmann. Tres efectivos que fueron condenados a perpetua por ese caso comenzaron a tener salidas transitorias en 2012. A su vez, la hermana de un policía tenía en su celular el chip del teléfono de Mara Mateu, una joven asesinada en Santa Teresita en un hecho con características muy similares al caso de Iglesias.

Ante esta situación, los familiares le han solicitado, aún sin éxito, a la fiscal de la causa, Ana María Cano, que determine que sea otra fuerza la que se encargue de la investigación.

Entre las distintas irregularidades o desidias encontradas en la causa, los familiares señalaron que hasta el momento no se investigó la computadora de Iglesias, ni su escritorio ni su cuaderno de campo. No se hicieron rastrillajes para ubicar el elemento contundente con el que fue golpeada, como tampoco los anteojos que usaba en forma permanente. No se peritaron manchas encontradas en la campera que usaba y que según el perito de la familia podrían ser de semen, ya que supuestamente había suficientes pruebas para condenar al acusado. Además, a pesar de que el cuerpo de Laura tenía claros indicios de que la mujer se defendió, el detenido (y condenado) no registraba rasguños, ni heridas.

Un integrante de la Guardia Urbana le dijo a una vecina de la víctima que antes del hallazgo del cuerpo había pasado varias veces por el lugar donde fue encontrado, pero aún no estaba; para la familia esto explicaría por qué no se encontraron los anteojos, ni el elemento con el que fue golpeada. Esta persona jamás fue llamada a declarar.

La lista de irregularidades continúa, al igual que el reclamo de la familia, pero la respuesta hasta el momento sigue siendo la misma por parte de la justicia.

Fuente: ACTA-CTA

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