Clausura del Bar La Tribu

El Colectivo La Tribu FM 88.7 denunció que en la madrugada del domingo 5 de mayo su espacio fue nuevamente clausurado por inspectores del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Reproducimos a continuación el comunicado difundido por La Tribu, bajo el título de “Burocracia estatal como herramienta de cierre de espacios culturales”.

Martes 7 de mayo del 2019.
Nuestra intención en el día de hoy era compartir los festejos previstos con motivo de los 30 años de nuestro colectivo. Lamentablemente la política persecutoria del gobierno porteño nos obliga a comunicar que el día domingo nuestro espacio fue nuevamente clausurado. Aproximadamente cerca de las tres y media de la madrugada del día domingo, se presentaron en nuestra casa dos inspectorxs del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

El motivo de la visita era realizar una inspección de seguridad e higiene del lugar. En ese mismo momento, en nuestro espacio cultural se realizaba una de las tantas actividades programadas todas las semanas. Luego de inspeccionar matafuegos, baños, cocina, tableros eléctricos, de controlar la cantidad de gente que podía estar en el lugar y las habilitaciones correspondientes para el funcionamiento de nuestro espacio, nos solicitaron una certificación que se relaciona con nuestro plan de evacuación. Este papel, está en trámite desde el día 16 de marzo y es la misma administración pública quien todavía no contestó nuestra solicitud. Es decir un organismo público (La Agencia Gubernamental de Control) nos pide un certificado que depende de otro Organismo Público y que este último, por motivos que desconocemos, aún no lo expidió. ¿El resultado? Una nueva clausura.

Tristemente no se trata de ninguna novedad. Sabemos que estas inspecciones a lugares como el nuestro tienen muchas veces como única finalidad, la clausura. Sistemáticamente el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires hostiga y persigue a distintos espacios que realizan muchísimas actividades culturales y en donde no prima un interés de lucro. Por eso no tienen intenciones de explicar, ni escuchar, por eso siempre van a encontrar algo desde donde agarrarse para llevar adelante su clausura.

Entendemos que todos los espacios deben contar con las medidas de seguridad necesarias para que las personas que participen en las actividades y quienes transiten La Tribu todos los días, no corran ningún tipo de riesgo. Por eso nos preocupamos para que toda la documentación esté en regla. Lo que nos parece inadmisible es que nosotrxs seamos los culpables de una falla de un organismo público que atrasa la entrega de un certificado.

Todas nuestras actividades son de entrada libre. Tener este espacio abierto es una instancia clave a la hora de pensar nuestra autogestión y nuestro sostenimiento económico. La clausura, por los tiempos propios de la Agencia de Control y los trámites burocráticos que esta implica, son extensos. No contar con la posibilidad de vender una bebida o una pizza, por el tiempo que el Gobierno determine, hace más difícil al sostenimiento del espacio, sobre todo en un contexto de crisis como el que estamos pasando. Hoy ya comenzamos con todos los trámites requeridos para levantar la clausura.

Esperemos que quienes tengan que responder lo hagan con la misma celeridad con la que lxs dos inspectorxs del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires colocaron la faja en la puerta del espacio. Esperamos que pronto podamos contar que esto ya está resuelto, y ahí sí, entonces, compartir con las personas y organizaciones que hacen e hicieron La Tribu los festejos que tenemos pensados en estos 30 años de nuestro colectivo de comunicación y cultura.

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