La costumbre de lavarse las manos

Organizaciones de la Ciudad de Buenos Aires responden a las explicaciones oficiales dadas por el gobierno porteño, encabezado por Horacio Rodríguez Larreta, en relación al acceso al agua potable en el Barrio Carlos Mugica (Ex Villa 31-31bis).

1. El problema de las bajas presiones y el servicio interrumpido de acceso al agua potable es un problema permanente en la totalidad de los barrios populares de la ciudad.

2. La Cátedra de Ingeniería Comunitaria (CLIC), durante los años 2019 y 2020, realizó cientos de mediciones de presión de agua en las redes internas de los barrios populares corroborando que los valores promedios de presión eran cinco veces menores a los 10 o 12 m de presión de agua (equivalente a 1 o 1,2 kg/cm2 de presión) que establecen los marcos normativos.

3. El GCBA informa que el Barrio Carlos Mugica tiene una presión usual de no menos de 15 kg/cm2, en ocasiones alcanzando los 18 kg/cm2.

Para comprender lo que informa el GCBA, hay que saber que 10 m de presión de agua equivalen a una presión de un 1kg/cm2. Es decir, 15 o 18 kg/cm2 equivalen a una columna de presión de agua de 150/180 m. En este caso, si se rompiera una cañería con esa presión, el chorro de agua alcanzaría los 180 m de altura.

Claramente la información del GCBA brinda valores absurdos que no corresponden con la realidad. Una presión de esta intensidad generaría roturas en la red precaria del barrio por todas partes.

4. La dotación de agua necesaria por persona es de 120 litros/día. El operativo que el GCBA ha desplegado (300 mil litros por día través de camiones cisterna) tan solo puede garantizar los usos diarios mínimos requeridos para esta pandemia a 2.500 personas sobre una población de 40 mil (300 mil litros % 120 litros por persona). Es decir, que el operativo llega a cubrir las necesidades únicamente del 5% de los habitantes del Barrio.

5. El agua que se entrega es a granel (camiones cisternas) que, si bien permite satisfacer muchos usos en el hogar, no es recomendable para el consumo directo que debe garantizarse con agua envasada. Esto último no fue contemplado en el operativo implementado por el GCBA.

6. El GCBA reconoce que las obras de infraestructura sanitaria internas (redes de agua, cloaca y pluviales), que costaron aproximadamente mil millones de pesos, no están conectadas formalmente y ni siquiera están abastecidas por el nuevo conducto.

7. El servicio de agua potable en las viviendas nuevas construidas por el GCBA tampoco se encuentra formalizado. Por deficiencias del GCBA ningún hogar está formalmente conectado al servicio (no tienen número de usuario ni reciben factura).

8. Por estas razones, la falta de seriedad e improvisación del GCBA ha generado que se acelere el grado de contagio de Covid-19 y de dengue en el barrio.

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