Red Eco Alternativo ***

El Comando Sur en Neuquén

Tras conocerse la reciente injerencia de este comando militar de los Estados Unidos en la provincia de Neuquén, la profesora Elsa M. Bruzzone, Secretaria del Centro de Militares por la Democracia Argentina (CEMIDA) y especialista en geopolítica, compara y analiza la forma en que este opera en los países latinoamericanos para llegar de una progresiva presencia en el país en temas civiles, a una intervención militar negociada.

(Elsa M. Bruzzone) Argentina - Hace unos días nos enteramos de la infausta nueva: El Comando Sur de los EE UU lograba imponer, luego de un primer intento abortado en el año 2012,  su objetivo de hacer pié en  nuestro país para disponer una base militar en la Provincia  de  Neuquén.  Durante  el  año  2017  el entonces embajador norteamericano interino Tom Cooney había recorrido la Provincia y ratificado   la  intención   de  reactivar  la  construcción  de  la  base.  Al  mismo tiempo   destacó  las inversiones que Chevron y Exxon Mobil realizaban en Vaca Muerta.Los medios de comunicación provinciales informaron, en la semana del 7  de  mayo,  que  un grupo de “técnicos” norteamericanos habían arribado la Provincia para  construir  las instalaciones, donadas por el Comando Sur bajo la figura de “Ayuda Humanitaria”, donde funcionará la Defensa Civil Provincial. El costo  de  la  obra  asciende  a  2.000.000  dólares y  consta de una  sede  y  un  galpón  de  600  metros  cuadrados  que  podría  funcionar  como  centro de evacuación ante catástrofes eventuales ya que  contará  con  dormitorios,  baños, cocina, una sala  de  cuidados  médicos,  otra  para  conferencias  y  un  helipuerto.  Se  ubica  sobre la Autovía Norte y a escasa distancia del Aeropuerto Internacional de Neuquén .

“No se trata de una base militar, sino del Programa de Ayuda Humanitaria para retomar la marcha de la obra que se suspendió en 2.012 y que consiste en un depósito y un edificio de oficinas para la coordinación de Defensa Civil y otros organismos ante una emergencia”, afirmó Leonel Dacharry, Secretario General de la Gobernación  Provincial.  Agregó  “Comenzamos los contactos en 2009 y a través del programa conseguimos un campamento para evacuados para 250 personas, que nos vino muy bien cuando se produjo la erupción del volcán Puyehue, en 2011”. El año pasado llegó la segunda etapa del campamento, que ahora puede albergar hasta 500 personas”. Informó además que la ayuda incluyó vehículos todo terreno  que  integran  el  Plan  de  Manejo  del  Fuego, se  encuentran  en  Junín  de  los  Andes y  pueden  ser  utilizados  para  búsqueda  y rescate. Señaló que “el lugar elegido está junto a la autovía Norte y cerca de un centro de distribución estratégica como es el aeropuerto (Internacional Juan D. Perón) para el traslado de elementos a zonas que lo ameriten y que no es una base porque los edificios quedan bajo el registro dominial de la  Provincia.”  Añadió  que  las  obras  habían  comenzado en  2012,  se  habían detenido y  que  recientemente  habían  llegado  de  EE  UU  “tres ingenieros y un arquitecto del programa de ayuda humanitaria para supervisar la continuidad de las tareas”. Agregó que “se trata de  una  estructura “muy liviana, con  posibilidad de expansión, estará  dotada de un grupo electrógeno por posibles cortes de energía eléctrica y servirá para el acopio de víveres, los campamentos móviles y, eventualmente, para alojar personas ante alguna emergencia”.

Reiteramos para  Neuquén  lo  que sostuvimos  en  nuestro  documento  “EL COMANDO  SUR EN EL CHACO”. Presentamos  un análisis de la forma como se ha aplicado y se aplica la estrategia  para el control militar y de los recursos naturales estratégicos de la Región por parte del llamado “Comando Sur” de EE UU.

Todo se inició cuando el Comando Sur y  la  embajada  norteamericana  impulsaron  un  “Programa de Fortalecimiento del Sistema Provincial de Emergencias,” que fue aprobado en 2006 por el ex Ministro Aníbal Fernández, como un aporte a los programas sociales que desarrollaba el gobierno. De esta manera y enmascarando las reales intenciones se posibilitaba la entrada de dicho Comando en territorio argentino por la puerta de  servicio.  Ello  implicó  realizar inicialmente campañas de "concientización humanitaria" y de instrucción a la población con el objetivo  de  establecer,  en un futuro   que   manifestaron  cercano,  personal para colaborar con la "ayuda humanitaria", tal como había ocurrido con anterioridad en Ecuador, Honduras, Costa Rica, Paraguay y Colombia.

Lo que el representante del Comando Sur para  Argentina  no  ha  explicado  ahora,  como tampoco lo hizo en el año 2012 el Coronel Edwin Pastor cuando hacía las gestiones en  la  Provincia del Chaco, es  como  un  programa  con  apariencia  civil  es  realizado  por  un  COMANDO MILITAR DE EE UU, EL CUAL NO GUARDA RELACION DE DEPENDENCIA CON LA EMBAJADA DE ESE PAIS, que es la que debería tener a su cargo  o patrocinar  programas realmente solidarios y exclusivamente civiles.

Existiendo múltiples organismos no militares nacionales e internacionales cuya actividad  se orienta hacia una misión social y humanitaria no queda claro por qué estas tareas se encomendaron al Comando Sur en forma altamente sospechosa ya que es conocida la doble misión de las embajadas y los organismos militares de EE UU en los diversos programas civiles y militares de ese país para ayuda, capacitación, intercambio, cooperación, trabajo bilateral y que culminan con la realización de ejercicios militares “combinados” con los efectivos de los países involucrados .

Además todo ello constituye el fundamento del funcionamiento del llamado SIAD (Sistema Interamericano de Defensa) creado por EE UU dentro del cual el COMANDO SUR es el principal órgano operador para Latinoamérica y El Caribe, independientemente de las atribuciones políticas de las embajadas norteamericanas en el Continente.

Por un lado, Washington presenta un componente humanitario visible al público, estructurado sobre actividades que la sociedad visualiza como 'justas' y en su beneficio, de modo tal que pueda justificarse una interacción bilateral. Causas como ayuda humanitaria, sanidad y salud pública, emergencias y desastres naturales, derechos humanos, seguridad, lucha contra el narcotráfico y el narcoterrorismo. Pero por otro lado existe una componente no visible que se encuadra en los objetivos estratégicos afines a los intereses de EE UU y muchas veces contrapuestos a los del país asistido conducidos por un comando militar.

Además se suman a esta operatoria los ”Acuerdos de Cooperación” que el Gobierno Nacional Argentino ya viene manteniendo con EEUU en el plano militar y civil; sea por ejemplo para capacitación de civiles y militares con instructores estadounidenses, como son los Programas Internacionales para Educación y Entrenamiento Militar, de Seguridad de Fronteras y Control de Exportaciones y de Asistencia Antiterrorista. También Washington envía fondos para educación y entrenamiento policial.

Como expresa el Comando Sur estas estructuras de cooperación facilitan  la  interacción militar con militares de la zona la cual es necesaria para “mantener un contacto regular que construya confianza e intercambio de información relevante para la seguridad regional.” Permite conocer cómo trabajan otros militares (sus procedimientos y capacidades de comando y control) considerados importantes para una futura cooperación. Los militares estadounidenses buscan a través de estos programas, construir relaciones interpersonales con oficiales de otros países, amistad y camaradería con los altos jefes y aumentar el acceso a los militares de la región, para convertirlos en potenciales aliados en futuros conflictos.

Cuando ha sido alcanzada cierta aceptación de su accionar por la sociedad  y se ha logrado un  nivel de organización aceptable, surgirá naturalmente la necesidad de instalar, por ejemplo, un Centro de Coordinación Antidrogas en la localidad, con ello las bases militares serían entonces Centros de Seguridad Cooperativa. Ellas podrán materializarse como instalaciones inocuas que podrían traer progreso a la zona. Para ello bastará con que el Comando Sur logre disponer de estructuras, terrenos, almacenes, rutas, aeródromos, puertos que podrán ser concesionados, alquilados y/o mantenidos por la nación anfitriona, y en servicio con poco personal permanente o temporario. Estas bases encubiertas, listas para ser completamente activadas, podrán tener facilidades y equipamiento predeterminado para albergar rotación de fuerzas y actuar como centros de entrenamiento regionales en operaciones combinadas con EE  UU.  Pueden  presentarse como no militares para que sean aprobadas por los Congresos de los países involucrados y mostrarse necesarias para el control del contrabando, migraciones ilegales y narcotráfico, un ejemplo cercano lo constituye el predio “Mariscal Estigarribia” en el Paraguay.

Estas instalaciones operacionales extraterritoriales de EE  UU,  por una especie de metamorfosis, se transforman con el devenir de la “amenaza” de un enemigo común en lo que ellos denominan Base de Operaciones Principales (MOB), fortificaciones militares para comando, control y comunicaciones con fuerzas operativas permanentes; Base de Operaciones de Avanzada (FOB), extensión de la anterior para operaciones especiales y que incluye aeródromo, fondeadero o muelle; Centro Operativo de Avanzada (FOL), similar al anterior pero sin toda su infraestructura y primariamente utilizada para operaciones antidrogas; Centro de Seguridad Cooperativa (CSL), con poca o nula presencia permanente de los estadounidenses, mantenida por concesión  o por  el país anfitrión, funciona como centro para actividades de cooperación con éste, rotación de fuerzas, apoyo logístico y acceso ante contingencias. Pruebas de su existencia las encontramos en distintos países latinoamericanos y caribeños. Es el caso de las bases de Comalapa, Aruba y Curazao, por ejemplo, que se clasificaban como FOL, es decir para lucha antidrogas, y luego  fueron redefinidas como CSL (de Cooperación). Curiosamente las tres están en  lugares  geográficos privilegiados con pistas de aterrizaje de 2,4 kilómetros de  largo  para  aviones pesados, con capacidad para operación nocturna de aeronaves, control de tráfico aéreo, equipos de abastecimiento de combustible, bomberos, hangares, oficinas y almacenes. En ellas se registra la presencia continuada de aeronaves de combate, como los cazas supersónicos a reacción F-16 y F-15, aviones de reconocimiento y patrulla Orión P-3, aviones de Inteligencia de señales E-2 AEW, E-3 AWACS, aviones de rescate y tanqueros para reabastecimiento de combustible en vuelo como el Hércules HC-130, de transporte táctico como el Hércules C-130 y  helicópteros de distinto porte.

Hay abundante evidencia de que en estas instalaciones de EE UU y en otras de mucho menor  perfil se realizan en los hechos, operaciones militares encubiertas de la más diversa índole y que cumplen múltiples funciones estratégicas; entre ellas apoyar ataques militares contra organizaciones rebeldes locales que estorben los intereses de EE UU y sus aliados, y guerra de Inteligencia de señales electrónica y de comunicaciones que permite detectar la posición de los blancos, identificarlos e implementar el ataque con bombas inteligentes. Claro ejemplo de esto  fue el bombardeo al campamento ecuatoriano en el que murió Raúl Reyes.

Las instalaciones estadounidenses cumplen además misiones de vigilancia y espionaje de los sistemas de armas y fuerzas militares del país anfitrión y sus vecinos, realizan acciones de infiltración, relevamiento, influencia y control sobre las Fuerzas Armadas y poblaciones de los países con el engaño que le traerán progreso local, bienestar económico, empleos y seguridad. La presencia militar latente de EEUU en la región facilitará planes de despliegue rápido regional y global de sus fuerzas de tareas ante conflictos. También pueden actuar como elemento político disuasivo afín a los intereses de Washington. Es impresionante la transformación  sufrida  por estas organizaciones que, iniciándose como ”CENTROS DE AYUDA HUMANITARIA” a las necesidades de las comunidades  civiles,  se  transformaron  en  formidables  elementos castrenses, casi imposibles de eliminar.  Si quedan  dudas he aquí  algunos  ejemplos:  a)  Brasil: Los norteamericanos  habían  logrado  establecer  una  base  en  San  Pedro  de  Alcántara, cerca de Manaos y se vieron obligados a abandonarla en  agosto  de  2003,  cuando  el gobierno brasileño no les renovó la  concesión.  Este hecho  coincidió  con  la  explosión  del  tercer prototipo del VLS - 1 (Vehículo Lanzador de Satélites) en la Plataforma del  Centro  de  Lanzamiento de Alcántara, donde  murieron  21  trabajadores  del  Centro  Técnico  Aeroespacial de San  José  dos  Campos.  b)  Honduras:  El  Presidente  Mel Zelaya quiso  cerrar  la  base  de  Soto Cano o  Palmerola.  Fue  derrocado  por  un  golpe  cívico -  militar  orquestado  por  EE  UU  en 2009. Fue secuestrado, subido a  un  avión  militar  y  dejado  en  el  Aeropuerto  de  San  José de  Costa  Rica.  c)  Ecuador:  En  2009  el  Presidente  Rafael  Correa  informó  que  no  renovaría  la concesión de la  base  aeronaval  de  Manta.  La  Constitución  ecuatoriana  prohíbe  la  existencia de  bases  militares  extranjeras  en  su  territorio.  La  base  fue  entregada  en  diciembre de ese año; pero  nueve  meses  más  tarde,  el  30 de  septiembre  de  2010,  se  produjo en Ecuador un golpe de estado  orquestado  por  las  Fuerzas  de  Seguridad  infiltradas  por la CIA; la DEA y la USAID. El Presidente  fue secuestrado  y  casi  asesinado.  Por  suerte  el golpe fracasó.  d)  Colombia:  El  país  se  ha  encaminado hacia  la  paz  por  el  Acuerdo  FARC  -  EP – Gobierno Colombiano. Ya no hay motivos para bases. Sin embargo el Comando Sur ha determinado que el Acuerdo “no implica el final de los cambios en seguridad”.

Una de las metas de las operaciones de Inteligencia de EE UU en Argentina parece ser materializar, poco a poco, una progresiva presencia en el país que no necesariamente significa permanencia desde el inicio, ya  que  normalmente  es un   nivel cooperativo y humanitario con bajo perfil;   pero luego y en el momento oportuno, se transforma en una intervención militar negociada.

Más  aún  en  la  actualidad  donde  Argentina  ha  regresado  a  las relaciones  carnales   con  EE UU  y  Gran  Bretaña  (Ver  en   www.cemida.com.ar   “Desarmando  la Soberanía” )  a  los  cuales se ha agregado el  Estado  Israel.  Dice  un refrán  popular  “Dime  con quién  andas  y  te  diré quién eres”

El Diputado del PTS - Frente  de  Izquierda  RAUL GODOY  denunció que “mientras Macri entrega  el país al Fondo Monetario Internacional y se prepara para descargar la crisis nacional que se está gestando sobre las espaldas del pueblo trabajador, en la Provincia el MPN profundiza el intento de militarizar la región, primero autorizando la instalación de 400 gendarmes y ahora permitiendo la construcción de una base norteamericana”.  Presentó  un   Proyecto  de Resolución   donde  insta al “Poder Ejecutivo Provincial a prohibir la  ejecución  de  obras  de  la  Embajada de Estados  Unidos en la meseta de la ciudad de Neuquén, para la construcción del Comité de Emergencias de Neuquén (COE), con fondos donados por el US. Southern Command, bajo la figura de ayuda “humanitaria”, por implicar una avanzada sobre la soberanía nacional” y a “prohibir cualquier intento de instalar bases militares estadounidenses, en territorio de la provincia de Neuquén”. He aquí los fundamentos:

“La Embajada de Estados Unidos decidió dar continuidad a la ejecución de una obra para la construcción de la sede del comité de Emergencias en Neuquén (COE). Esta obra había sido autorizada por el ex gobernador Jorge Sapag en el año 2012 y frenada por la polémica desatada  en Chaco, donde obras similares fueron denunciadas ya que se trataban de bases militares. La ejecución de dicha obra se realizaría con fondos donados por el US. Southern Command, de la Embajada de Estados Unidos, bajo la figura de un programa de ayuda “humanitaria”. Por un organismo militar que en su propia página web describe que “el Comando Sur de EE.UU. aprovecha las capacidades de respuesta rápida, la colaboración de naciones socias y la cooperación regional dentro de nuestra área de responsabilidad para apoyar los objetivos de seguridad nacional de los EE.UU., defender los acercamientos sureños de Estados Unidos y promover la seguridad y la estabilidad regional”.

Luego de la Guerra Fría Estados Unidos estableció la delimitación territorial del planeta en cinco regiones que en ese momento se reafirmaban bajo la supervisión de diferentes Comandos de las fuerzas armadas. Actualmente los  Comandos  de  Combate  son  nueve:  African  Command, Central Command, European Command, Northern Command, Pacific Command, Southern Command, Special Operations Command, Strategic Command y Transportations Command. Argentina ingresa bajo la órbita del United States Southern Command (Comando Sur de los Estados Unidos). A través de diferentes programas,  la  Guardia  Nacional  de  Estados  Unidos  (Ver  nuestro   documento   “CONVENIO  CON  EE  UU   PERMITIRÁ   QUE   SUS  MILITARES  CONDUZCAN NUESTRA SEGURIDAD INTERIOR”), conduce acciones y desarrolla soporte de objetivos militares, además de facilitar entrenamiento en cuanto a seguridad de fronteras, desastres ecológicos y humanitarios, logística y situaciones críticas de emergencia. En mayo del año 2016, el presidente Mauricio Macri autorizó a Estados Unidos a instalar bases militares en territorio nacional. Washington siempre ha usado distintas excusas para instalar sus bases militares; “ayuda humanitaria y  apoyo ante las  catástrofes naturales” es una  de ellas,   los  mismos  argumentos esgrimidos en esta oportunidad para permitir la intervención de Estados Unidos en cuestiones militares internas. Por lo expuesto y por significar una avanzada sobre la soberanía nacional es que solicito a los Diputados y Diputadas acompañen este Proyecto de Resolución.”

Como cierre comparto la  siguiente  reflexión  del  pedagogo  argentino  DR.  GUSTAVO CIRIGLIANO “Cuando un Imperio proclama  la  paz  trae  la  guerra,  cuando  exalta  la  solidaridad esconde un ataque, cuando reclama adhesión trama entrega y cuando ofrece amistad distribuye hipocresía.”

 

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