Represión y desalojo en Rosario
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- Categoría: Vivienda
- Publicado: Jueves 19 de Enero de 2017
Lo sufrieron vecinos que exigían una respuesta ante la falta de viviendas dignas y las consecuencias del temporal. Ante el reclamo, el Estado respondió una vez más con violencia.
Las consecuencias del temporal del último fin de semana y el permanente reclamo de familias que viven hacinadas en sus casas, llevaron a que vecinos de la Villa La Cariñosa y el barrio Nuestra Señora del Rosario se concentraran en un terreno baldío, entre pastizales y basurales, a la espera de una respuesta municipal o provincial a la problemática habitacional que padecen.
Pedían que el Estado intervenga para que ellos puedan comprar distintos sectores de este terreno baldío, que está abandonado desde hace 24 años. Son más de 300 las personas afectadas por esta situación, entre las cuales 215 son menores de edad.
Sin embargo, la respuesta estatal hasta el momento fue la represión policial con dos desalojos realizados sin orden judicial.
“La policía dijo que iba a desalojar y no desalojó. Solamente un particular que ocupa ese terreno y no sabemos por qué se acercó con un arma de fuego intimidando a la gente y ofreciéndole dinero a la policía para que desaloje”, describió una de las vecinas el lunes por la tarde. Pero al día siguiente, la situación cambió cuando a media mañana llegó la policía para concretar el desalojo: “una cantidad impresionante de policías para desalojar a la gente en forma violenta con caballos y perros, les sacaron las pertenencias que la gente había llevado (…). Nos arrastraron como perros, vinieron derecho a pegar y a hacer daño. Nosotros estamos pidiendo ayuda nomas”, relataron los vecinos de La Cariñosa
Para denunciar lo sucedido, realizaron un corte en Avenida Circunvalación a la altura de Avellaneda, movilización que fue vigilada por agentes de Gendarmería Nacional. Por la tarde, los vecinos volvieron y nuevamente fueron reprimidos, en este caso con balas de goma y golpes de la policía a caballo. “Me acorralaron y uno de la Montada me empezó a pegar con el látigo en la espalda, diciéndome que somos usurpadores y que nos teníamos que ir (…). Empezaron a disparar a mansalva, y cuando la gente quiso juntar las balas los empezar a apuntar”, describió una vecina.
Durante la represión, un chico recibió disparos de goma en una pierna y una joven un disparo en el pómulo.
Fuente e imagen: Raíz - Comunicación desde Abajo.
