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El latifundio de Eurnekian, el algodón transgénico y un pueblo fumigado

 

La deriva de la fumigación aérea de cultivos de algodón alcanzó al pueblo y las comunidades vecinas de Presidencia Roca, afectando a gran cantidad de personas y dañando la producción hortícola local. “Los controles previos no existen y siempre corremos tras las consecuencias”, describe la abogada Alejandra Gómez.

 

(Canal Abierto) Argentina- El establecimiento agrícola Don Panos, propiedad de la corporación América, es decir del poderoso empresario Eduardo Eurnekian, dueño de Aeropuertos Argentina 2000, volvió a fumigar desde avionetas sus cultivos de algodón. La práctica es habitual y burla todas las recomendaciones y restricciones previstas por las leyes provinciales, pero esta vez envió al hospital al menos a 700 personas de las localidades vecinas afectadas por el contacto con los agrotóxicos.

Casi no fue noticia. ¿A quién le importan 700 campesinos humildes y comunidades qom del noroeste del Chaco? ¿A quién se le ocurriría molestar al accionista mayoritario del multimedios América? En esta fiebre por el desarrollo y la productividad, ¿qué son algunas afecciones respiratorias y reacciones alérgicas en hasta ahora 700 personas, y la destrucción de huertas y cultivos orgánicos de la agricultura familiar?

La estancia Don Panos –que funciona bajo las firmas Unitec Agro, que produce algodón, soja y arroz, y Unitec Bio, dedicada a la producción ganadera–, es vecina a la localidad de Presidencia Roca y ocupa 50.000 hectáreas del desmontado monte chaqueño y otras 50.000 hectáreas en la margen norte del río Bermejo, en Formosa. Las fumigaciones aéreas llevan años y fueron denunciadas en reiteradas ocasiones. Debido a las denuncias de distintas comunidades en algunos casos intervino la Fiscalía de Investigación Penal de General San Martín que en 2012 dictó una medida cautelar limitada a quienes habían presentado la denuncia, las comunidades qom de Campo Medina y Campo Nuevo.

“En la provincia, desde el año 2012 está vigente la ley de biocidas que establece distancias mínimas de aplicación para las fumigaciones aéreas de 1500 metros de los centros poblados, de los establecimientos educativos y sanitarios y de fuentes y reservorios de agua. La misma distancia rige para las aplicaciones terrestres. Además establece que quien vaya a realizar las aplicaciones debe avisar en forma previa al municipio cercano y a la población vecina, que se presente la receta agronómica de la aplicación y se consideren las condiciones climáticas, en especial los vientos. Generalmente no se cumplen ninguna de estas normas”, explica Alejandra Gómez, abogada y miembro de la Red de Salud Ramón Carrillo de Chaco, en diálogo con Canal Abierto.

Alejandra Gómez, abogada de la Red de Salud Ramón Carrillo de Chaco

“Es habitual que en algunas zonas no tan pobladas esto ocurra. Pero en este caso afectó a un grupo mayor de población y muy cerca de la zona urbana de Presidencia Roca. Trasciende por esto y por los casos de intoxicación masiva que se denuncian”, contextualiza la abogada.

Desde la Subsecretaría de Ambiente de la Provincia, la Dirección de Fiscalización Ambiental tomó muestras de 35 chacras para determinar qué tipo de agrotóxicos se utilizaron ya que llamó la atención que los efectos, tanto en los cultivos como en la salud de las personas, se registraran con tanta inmediatez. Transcurridas menos de 48 horas de que los pobladores visualizaran la fumigación comenzaron a sentir las consecuencias. “Según denuncian los vecinos había un viento importante, y por eso la deriva alcanzó a la zona periurbana de Presidencia Roca. Según se publica en medios provinciales unas 700 personas fueron atendidas en el hospital local en el transcurso de la semana posterior a las fumigaciones, y deben continuar porque algunos síntomas se evidencian con mayor demora”, narra la abogada. “Aún no hay un informe oficial del Ministerio de Salud Pública provincial o de la Secretaría de Desarrollo Territorial, que es la autoridad de aplicación de la ley de biocidas, dando cuenta de cuántas fueron las personas afectadas”.

Acciones judiciales

“Respecto a esta fumigación se hicieron las denuncias correspondientes ante la Secretaría de Desarrollo Territorial y suponemos que después se ampliará a una denuncia penal ya que se afectó la salud de las personas y podemos hablar de contaminación y aplicar lo previsto en la ley nacional 24.051 de residuos peligrosos”, explica Gómez.

Desde el año 2010 hay denuncias colectivas de las comunidades sobre esta empresa. Esas denuncias dieron lugar a la medida cautelar de 2012 citada previamente. Pero los incumplimientos de la empresa continuaron y la deriva siguió llegando a las comunidades de Campo Medina y Campo Nuevo. Este año se agravó esa situación y un grupo de familias presentó una medida de amparo solicitando que se prohíban las fumigaciones aéreas y terrestres e intimando a la Secretaría de Desarrollo Territorial a que proceda a la reevaluación de los agrotóxicos que se utilizan en la provincia. “Este expediente está en trámite; las empresas presentaron sus informes y estamos esperando la resolución judicial”.

Desmonte, envenenamiento y “desarrollo”

El establecimiento Don Panos se instala en 1995 en la provincia. Lo hace desmontando unas 10.000 hectáreas de monte. “Ya en su momento, hubo denuncias ante la Dirección de Bosques por la deforestación y por contaminación con agrotóxicos”.

Para poder operar con agrotóxicos las empresas deben registrarse como operador y generador de residuos peligrosos. “Por la superficie que ocupa esta empresa debe presentar un estudio de impacto ambiental y un plan de gestión ambiental. En 2010 solicitamos un informe respecto a la situación de la empresa: desde el Ministerio de Planificación y Ambiente nos respondieron que no cumplían ninguno de estos requisitos, y a consecuencia de nuestra gestión las autoridades “invitaron” a la empresa a que se registre como operador de residuos peligrosos y que comience a adecuarse a las normas”.

Estas empresas, vinculadas a corporaciones internacionales, recibieron fondos del Estado –Fondo del Bicentenario– para financiar obras de riego, tienen 20.000 hectáreas bajo riego por aspersión.

“Estos hechos se repiten desde que la empresa se instaló en la provincia. Los controles previos no existen y siempre corremos tras las consecuencias. Más allá de las sanciones que se le puedan aplicar a la empresa, los daños ya se produjeron; las personas que fueron expuestas pueden tener consecuencias graves en su salud en el futuro. Las autoridades deben actuar con urgencia, deben garantizar el derecho humano a un ambiente sano y el derecho a la salud”, concluye Alejandra Gómez. 

El relato de un funcionario municipal de Presidencia Roca

Martín Troche es empleado de la municipalidad de Presidencia Roca, encargado del área de Producción y Ambiente, y trabaja en la asistencia y apoyo a los pequeños productores de la agricultura familiar. “El domingo 24 de octubre, productores de la zona me mandan fotos mostrándome los cultivos (cebolla de verdeo y acelga) con unas manchitas similares a manchas de salpicaduras de lavandina en la ropa. El lunes fui a recorrer la zona, la colonia San Francisco a unos 7 kilómetros del casco urbano. Lo que encontré aparentaba ser una contaminación por deriva de una fumigación aérea que estaba haciendo una empresa vecina de la zona. Los productores me dijeron que había andado el avión y que ese día había viento sur y que había producido esa deriva intensa”, narra Troche.

Tras recorrer la zona, el técnico informó al intendente que toda la colonia estaba contaminada. Horas más tarde, empezaron a llover mensajes y fotos de huertas urbanas y periurbanas que también habían sufrido la contaminación.

Tras la denuncia a fiscalización de Ambiente provincial, el martes 26 una unidad de BOA (Brigada Operativa Ambiental de la Secretaría de Desarrollo Territorial de la provincia), junto a un ingeniero y un abogado del área de Biocidas del Ministerio de Planificación y Ambiente, recorrieron la zona relevando los daños producidos en los cultivos. “Visitamos a los productores e hicimos la inspección ocular, cultivo por cultivo, relevando los síntomas. En base a eso se hizo la denuncia ambiental y se labró un acta donde se constataron los daños”, narra Troche.

Según el funcionario, el responsable de esta contaminación producida en las tierras de Don Panos es una tercera empresa denominada Marfra que está arrendando y sembrando algodón. Esta firma fue la compradora de dos plantas de la textil Alpargatas de la provincia de Corrientes en 2019.

La mayoría de los productores de la zona hacen agricultura orgánica y toda su producción fue dañada. “Esta temporada no va a haber producción local debido a esta contaminación. La empresa está negociando con los productores para cubrir los daños que hizo. Pero todo el pueblo fue contaminado, el área contaminada es de más de 10 kilómetros a la redonda”, explica Troche.

La gente de Ambiente se llevó muestras para analizar el producto utilizado. “Si las muestras coinciden con la receta agronómica tendrán menos problemas, sino están cometiendo un delito penal. La empresa dijo que aplicaron dos herbicidas más un insecticida”.

“Desde el municipio lo que intentamos es que no se hagan más fumigaciones aéreas. Esto no es la primera vez que pasa. Ya pasó otras veces, pero los gobiernos negocian. Es notable la diferencia que hay donde fumigan con mosquito, fumigación rastrera, que donde aplican fumigación aérea”, relata Troche.

Foto:  Martín Troche.

 

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