(Indymedia Trabajadoras/es) Argentina- El acuerdo paritario firmado por la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA) con las cámaras empresarias lleva el salario básico inicial a $ 68,678,00 a partir del 1° de mayo de 2020 y hasta el 31 de diciembre de 2020, lo que en términos porcentuales implica un aumento del 25%.
Asimismo se acordó una suma retroactiva por los meses de enero a abril que representa la diferencia del aumento en los básicos convencionales, ya que la paritaria anterior venció el 31 de diciembre de 2019.
El acuerdo incluye además una claúsula de revisión para el próximo mes de agosto.
El planteo gremial se fundamentó en el derecho a un Salario Mínimo, Vital y Móvil según su definición en el artículo 14 bis de la Constitución Nacional y artículo 116 de la Ley de Contrato de Trabajo, esto es, que asegure a los trabajadores “alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión”, afirmaron desde la Federación.
Los aceiteros han forjado en la última década una referencia por sus buenos acuerdos salariales, que muchas veces rompieron el techo impuesto por los gobiernos de turno. A su vez, se le suele adjudicar esta capacidad a su presencia en el sector agroexportador de la economía, fuertemente dolarizado y con ganancias extraordinarias año tras año.
Respecto a este último punto, desde la Federación señalaron que “el Salario Mínimo, Vital y Móvil según su definición legal en la Constitución Nacional y en la Ley de Contrato de Trabajo es un derecho de toda la clase trabajadora y no de un sector en particular”.
El Secretario General de la organización gremial, Daniel Yofra, se refirió en repetidas ocasiones a este aspecto. En una reciente entrevista brindada al podcast sindical Protagonistas, Yofra declaró: “Algunos dicen para ningunearnos que nosotros tenemos viento de cola y ayuda que estemos en las oleaginosas. Yo tengo 27 años de ser aceitero y de esos 20 años fueron con un salario de pobre en las mismas empresas”.
“Vos para ir a pedir salario tenés que presentar certificado de pobreza permanentemente. Los tipos te dicen: ‘yo no puedo pagar eso o cierro la planta’ y nadie le dice nada. Ese es el debate que hay que dar para que todas las organizaciones de este país sepan qué es lo que tienen que defender”, describió el dirigente.
“La otra discusión es quién quiere pelear. Nosotros demostramos que no sólo las grandes cerealeras pueden pagar nuestros salarios. Muchas pequeñas empresas lo están pagando y no se fundieron”, explicó.
“En este marco sectores patronales y del capital más concentrado pretenden avanzar una vez más contra los intereses y derechos de la clase trabajadora. Frente a esta nueva ofensiva, respondemos que a la crisis se la enfrenta con pleno empleo, con salarios mínimos vitales de acuerdo a su definición legal, paritarias libres y la plena vigencia de los derechos laborales, sindicales y constitucionales para el conjunto de la clase trabajadora argentina”, plantearon los aceiteros.